Fruto de una gran amistad entre el fundador de las Bodegas Cruz Conde, el comandante del Ejército de Tierra, Rafael Cruz Conde, y el más célebre pintor cordobés, Julio Romero de Torres, el artista dedicó uno de sus más afamados cuadros a la Bodega.
Entre 1929 y 1930, el genial artista realizó el cuadro tradicionalmente conocido como 'La mujer cordobesa', que desde entonces representa a la bodega de forma gráfica en el logotipo, en las etiquetas de los productos y en la imagen corporativa.